¡Jo, qué fuerte, tía! Creo que a estas alturas podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que la calidad de las películas es directamente proporcional a la calidad de sus carteles promocionales. No es que venga a descubrir Roma precisamente, pero por si a alguien le quedaba alguna duda.
Que tengáis todos un buen fin de semana. Yo, por mi parte, con quitarme de encima el gripón que llevo a cuestas me conformo.