Archive for the ‘katangada’ Category

Ref: s/n

26 enero, 2009

refs-n

Porque no todo van a ser gripes y ánimos decaídos, os traigo una muy buena noticia para mí. Hace meses, a raíz de una visita, una cena y unas llamadas, varios amigos empezamos a darle vueltas a la idea de crear un espacio conjunto donde mezclar nuestras ideas. Desde entonces hemos intentado darle forma. Ha costado muuuuuchos mails, porque es complicado unificar tantos y tan variados criterios,  pero por fin se puede decir que YA tenemos blog, ¡y además funciona! Así al menos lo atestiguan las numerosas visitas diarias.

No os podéis imaginar la ilusión que me hace que gente tan buena en lo suyo como eyedropper, evasèe, Mr Chan, Cyteck, MuSiK, Carlos el Rojo, enkil o Doublecloth confíen en mí para un proyecto de tales características. Sinceramente, no estoy segura de lo que pueda aportar, pero lo haré lo mejor que pueda y/o sepa. Tampoco tengo claro en qué medida afectará esto a katarama. Doble trabajo, doble tiempo… y no sé si me lo puedo permitir. El tiempo dirá.

Sea como fuere, ¡nos vemos en la red!

Ref: s/n

Percances cotidianos

11 noviembre, 2008

puerta1

Flashcards

Como por ejemplo llegar por la tarde al trabajo, después de comer, y encontrarte con que la puerta no quiere abrirse.

Pruebas con la llave. Hacia dentro, hacia fuera. Con otra llave. Hacia dentro, hacia fuera, arriba, abajo. Te cargas un par de tarjetas (club Carrefour, Assistència Sanitària) intentado emular aquello que a todo el mundo le han contado que hacen los cerrajeros. Vuelves a probar con la llave. Hacia dentro, hacia fuera, arriba, abajo. Llamas al RACC, que te dice que lo sienten mucho, pero que su seguro sólo te cubre el lugar de residencia. Otra vez la llave. Hacia dentro, hacia fuera, arriba, abajo. Subes a casa a buscar una radiografía con la intención de poner el práctica el segundo truco que a todo el mundo le han contado que hacen los cerrajeros. Insistes con la llave. Hacia dentro, hacia fuera, arriba, abajo. Das unas pataditas a la puerta como el que no quiere la cosa. Unos empujones. Te cagas en todo. Y, finalmente, te rindes ante tu inutilidad y haces La Llamada.

Aparece SuperPapá, prueba con la misma llave que de tener rayos en los ojos hubieras fundido hacía una hora larga de reloj, pim pam, ¡y la puerta se abre!

Halloween

31 octubre, 2008

O Castanyada. Noche de las brujas o día de los difuntos. Fiesta pagana o celebración religiosa. Los orígenes son claros. En principio, pues, no cabría discusión sobre cuál de las dos inició la tradición. Pero la hay. Seguramente por desconocimiento. La Iglesia lleva siglos haciendo su trabajo. El principal argumento de los que están en contra de esta «fiesta importada de los USA» es que se trata de un acto más de consumismo salvaje. Lo que no saben ellos, es que hace años que nos subimos a ese carro, no hace falta que vengan de fuera a hacernos gastar dinero. Que se lo digan sino a las floristerías, que hacen uno de sus varios agostos anuales gracias a los muertos y la mala conciencia del siempre afligido creyente.

¿Es mejor gastarse el dinero en coronas que en disfraces? ¿Más ético hacer cola en el cementerio que en la pastelería? Dúdolo.

Yo, que ni voy a disfrazarme de bruja ni pienso pasarme por ningún campo santo, ya tengo preparados mis panellets. ¡Este año me han salido riquísimos! Claro que, después de estar casi 5 horas metida en la cocina, era lo mínimo. Tenemos listas las castañas, a falta de asar, y el moscatell. Es mi manera, la que yo elijo y no me importa que los demás lo celebren de otra forma. Si no se hace daño a nadie, ¿por qué imponer una sobre las demás?

Lo celebréis como lo celebréis, no os olvidéis el paraguas. Feliz fin de semana.

Soy Simyo

23 octubre, 2008

De naranja a naranja y hasta dentro de otros 10 años no vuelvo a tirar. O no, que la tecnología avanza que es una barbaridad y cualquiera sabe. Pero vamos, que mi relación con el móvil nunca ha gozado de extraordinaria salud. Lo tengo porque hay que tenerlo. Por una emergencia.

Y tampoco, que la última fue ver como se frustraban, uno detrás de otro, todos los intentos que hice por recargar el prepago bajando de Andorra. Imposible. Ni vía telefónica, al final me aprendí de memoria el protocolo que te soltaba la maquinita dichosa, ni por cajero. Nada. Que si quieres llamar te vayas a una cabina, chata. Pues no he vuelto a gastarme un céntimo en ellos. Un mes me he pasado desmovilizada.

Con esta gente ahora tengo contrato sin cuota mínima: no hablas, no pagas. No hay permanencia. 8 céntimos/minuto con cualquier operador, incluídos fijos, y gratis entre homínydos. Si os interesa, avisadme y partimos la comisión.

Ahora sólo falta que deje de perder cargadores a marchas forzadas.

Limpieza

2 septiembre, 2008

No me gusta nada. Si no es la más ingrata de las tareas, se le acerca bastante. Hay quien se relaja fregando platos, pasando el plumero o planchando sábanas. Yo no. Quizá es una especie de trauma infantil, no sé. Para cuando mi madre hubiese vuelto de la compra (sábados a eso de las 10:00 a.m.), la casa tenía que estar como los chorros del oro. Camas hechas, el polvo de toda la casa fuera, lavabos relucientes, escoba, mopa y/o fregona donde fuera menester y ¡pobre de ti que se te pasara devolver algún trapo al armario! La que te caía era buena. Los domingos ídem de ídem exceptuando la presión del horario y que ella formaba parte del comando y, por supuesto, cualquier período vacacional pasaba por la sesión de limpieza de hogar matutina. Nunca lo entendí.

Por eso, en cuantito me independicé, lo primero que hice fue buscar a alguien que lo hiciera por mí. El mejor dinero jamás invertido, queridos míos. A poder ser, la contratas para los viernes y fuera. Los fines de semana te dedicas a vaguear, que para eso se inventaron. Por circunstancias familiares, desde hará cosa de un año, no contenta con los viernes, me venía también los martes. Un lujo excesivo para nuestra situación económica, pero desde entonces sí que sí, Gloria Bendita, oiga. Es que no tenía ni que recoger la cocina de vez en cuando, ni plancharme LA camiseta. Cero.

Pero como pintan bastos, en julio ya le dije que a partir de este mes sólo podía permitirme tenerla un día. En fin. Menos es nada, digo yo. Intentaré aplicar (que A. aplique) a rajatabla la máxima que dice que no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia.

Por aquí también he conseguido encontrar un hueco y ordenar un poco el blogroll. Borrar aquellos que ya ni siquiera existen o he dejado de visitar asidua o puntualmente e incorporar otros por los que sí paso a diario.

31 días no son nada

1 septiembre, 2008

Y sin dibu, que no tengo ganas, ni foto, que no encuentro el cargador de la cámara, ni nada. Obligado y tristemente escueto, como está mandao.

Mañana estaré mejor. No preocuparse.

Vacaciones

1 agosto, 2008

Queridos todos,

Ayer a las 14:00 h. empezaron oficialmente mis vacaciones estivales. Posiblemente a su término cambien algunas (o muchas) cosas que no me gustaría que cambiaran, pero ese camino todavía está por andar, así que voy a centrarme en pasear por el que toca ahora. Este año tengo por delante 31 días de ocio, hecho que no acontecía desde antes incluso de que consiguiera mi primer trabajo, allá por el año en el que se extinguió el Diplodocus y Sara Montiel celebró que ya podía cobrar del Estado el subsidio de jubilación.

Una lástima que en la vida del autónomo difícilmente coincidan los conceptos tiempo libre y dinero, por lo que tendré que tirar de casa de papá y mamá en la playa (Comarruga), casa de suegros de hermana en la playa (Tossa de Mar) y apartamento de cuñado en la playa no porque les ha dado por irse a Almuñecar a finales de julio y no coincidíamos por fechas, que sino también.

No sé cuánto tiempo voy a pasar en casa propia y ajena, por lo que desconozco si voy a disponer o no de conexión a la red y de tiempo para dedicarle al blog, así que, por si las moscas, me despido hasta septiembre, no sin antes desearos a todos que paséis un feliz agosto.

Besos,

kata

De ideas fijas

30 julio, 2008

Como comentaba el otro día, mi madre nos hacía la ropa hasta que tuvimos edad para decidir que nos gustaban más otras cosas ya confeccionadas. Aún así ha seguido dándole a la aguja todos estos años, quizá con menos intensidad de la que solía por falta de tiempo, pero sí. Es normal ver por los sillones retales de los colores y estampados más variopintos, patrones, algún que otro alfiler que siempre te acabas clavando y bolsas de J&R Rosell, tienda a la que ha sido fiel durante más de 3 décadas.

Pues hete aquí que después de algo más de medio siglo de existencia, echan la persiana. «¡Telas a 1€ el metro!«, «¡El resto al 50%!» En 15 días fue 2 veces. La tercera quería que la acompañáramos nosotras (mi hermana y yo) «Por si veis algo que os guste y ¡aprovechamos!»

Mi madre: «Vamos este miércoles«.

Nosotras: «Bien«.

Llega el miércoles:

Mi madre: «¡Ah, no! ¿No veis que pelos tengo? Así no puedo ir a ninguna parte. Además ya fui la semana pasada. Vamos a dejarlo para la que viene a ver si hacen más descuentos«.

Nosotras: «Bien«.

Llega la semana que viene.

Mi madre: «¿Cómo lo tienes? ¿Vamos hoy a «las telas»?»

Yo: «No lo sé, estoy esperando unas correcciones de un cliente. Si cuando baje después de comer no me han contestado, estaré disponible, si no no puedo«.

Aparte, a mi hermana:

Mi madre: «Hoy vamos a «las telas». Te vienes, ¿no?»

Mi hermana: (suspira) «Pues es que no me encuentro muy bien. Estoy cansada«.

Sentados a la mesa:

Mi madre: «Pues mira lo que dice tu hermana, que no se encuentra bien. Vamos tú y yo, ¿no?»

Yo: «Mama, te he dicho que no sé si voy a poder…»

Mi hermana: «¡Pero si a mí me ha dicho que os íbais!«.

Mi madre: «Ah, que no puedes. Bueno, ¡pues me voy con tu hermana! Nos puede llevar tu padre y luego que nos pase a recoger, así tampoco tendrás que hacer esfuerzos al conducir ni nada«.

Mi padre: «¡Sí, hombre! ¡Tengo que entrar por la otra punta de Barcelona, voy a dar una vuelta de tres pares para llevaros a vosotras a «las telas»! ¡No te digo yo lo que hay! Ni hablar de la peluca«.

Mi madre: «Ahm. Bueno. ¡¿Y si me llevas a mí sola?!»

Se hacen mayores.

25 de julio, San Cristóbal

25 julio, 2008

En un día en el que media España está de fin de semana largo en honor al patrón del país (ja), aquí en Cataluña, fieles como somos a llevar la contraria, es un viernes más. O casi. En mi caso vengo de comprar un pastelito para celebrar la onomástica de mi padre, que, contra todo pronóstico, no se llama Santiago. Tampoco Jaime.

Se llama Cristóbal y toda la vida ha celebrado su santo el 25 de julio. Él mismo no ha sabido explicarnos nunca porqué y en casa siempre hemos dado por hecho que serían cosas de arjonilleros (más peculiares, si cabe, que los catalanes). Hasta hoy. Que me ha dado por consultar con San Google de Todas las Búsquedas y Santa Wiki de Todas las Respuestas y resulta que existe una razón más que lógica. ¡Qué cosas!

Sí. Los de la foto (que me encanta, pese al moreno paleta -paleta auténtico, añado- que luce orgulloso el hombre) somos él y yo, hará unos 34 años. Casi .

Ni blanca ni radiante

4 julio, 2008

Flascards

En estos momentos se está casando mi cuñado. Me llevo estupendamente con él, pero aquí me tenéis, colgando un post. Y no es que tenga el don de la ubicuidad, no. Es que estoy aquí, en el despacho. Él (mi cuñado) ha salido un momento del curro y en cuanto se acabe «la historia» se vuelve. Ni siquiera se ha pedido el día libre. A. ha ido a hacer de testigo con tejanos y All Stars. Ni un triste «¡Vivan los novios!», ni un mísero grano de arroz, ni una íntima comida estrictamente familiar, ni que sea en el casposo restaurante donde sí celebran los cumpleaños. Nada de nada.

¡Pero cómo pueden hacerme esto ¡a mí! que me gustan más las bodas que a un tonto un lápiz! ¡Dios, qué familia!